Columnas de Opinión

Diario El País Uruguay

Hernán
Bonilla

Presidente y fundador

Se llama dictadura

26/03/2024

En las últimas semanas hemos sido testigos de los esfuerzos extraordinarios que viene llevando adelante la oposición venezolana para enfrentar a la dictadura criminal que sufre su país por medios electorales y pacíficos. La campaña que viene desplegando la valiente María Corina Machado con enorme arrojo personal, inteligencia y respaldo popular ha puestos al régimen contra las cuerdas, no dejándole otra alternativa que mostrar su rostro sin máscaras. Las encuestas confiables en Venezuela dan cuenta de que en caso de poder darse una contienda electoral limpia María Corina Machado derrotaría por paliza al dictador Nicolás Maduro, alcanzando una intención de voto del 70%. Esta información, naturalmente, es la que también conoce el gobierno que se aferra a sus privilegios y negociados sin tapujos, poniendo todos los palos en la rueda que puedan existir para impedir que se lleven adelante elecciones medianamente normales. Ante la absurda proscripción de María Corina Machado y la prisión que está sufriendo buena parte de su equipo, la estrategia opositora fue proclamar una nueva candidatura, la de la profesora Corina Yoris. Al momento de escribir esta nota no ha podido inscribirse porque no la habilita la web del Consejo Nacional Electoral y todo hace pensar que el régimen no lo permitirá porque aunque sea con una sustituta desconocida por el gran público es tal el clima arrollador de la movilización logrado por Machado que la oposición puede obtener el triunfo. Varios países de América Latina, incluido el nuestro, han reaccionado como corresponde, expresando: “su grave preocupación ante la información vinculada a persistentes impedimentos en la inscripción en la República Bolivariana de Venezuela de aspirantes presidenciales ante el Consejo Nacional Electoral, a menos de 24 horas de la finalización del plazo establecido” El aislamiento internacional de la satrapía caribeña es notorio y creciente. A esta altura del partido nadie puede desconocer que Venezuela padece una dictadura repugnante que debe ser condenada por la falta de libertades políticas y personales, así como la destrucción económica que ha llevado a uno de los países más ricos de América Latina a una pobreza que alcanza a la enorme mayoría de su población. El absolutismo político y la centralización estatista de la economía han conducido a Venezuela al mismo lugar que todas las experiencias equiparables a lo largo de la historia y solo el afán de lucro, poder y el evitar los juicios por graves violaciones a los derechos humanos de los principales dirigentes chavistas explica que perdure este sistema deleznable. La presión que ejerce la oposición encabezada con una claridad nunca antes alcanzada a través de María Corina Machado, así como la que despliegan hoy todos los países democráticos del mundo con gobiernos que se preocupan por la libertad y no se ocultan detrás de mentiras para eludir un pronunciamiento que es inevitable, hacen que a pesar de todo exista una luz de esperanza. El régimen se aferrará con uñas y dientes a todos los mecanismos posibles para evitar una elección limpia y tiene todo para lograrlo, pero al menos que sea al precio de que nadie nunca más, especialmente en Uruguay, puede decir sin que se le caiga la cara de vergüenza de que en Venezuela no existe una dictadura con todas las letras.