Columnas de Opinión

Diario El País Uruguay

Hernán
Bonilla

Presidente y fundador

Un día para la esperanza

14/10/2025

El 13 de octubre no fue un día más en el largo conflicto en Medio Oriente. Finalmente, luego de dos años de sufrimientos y privaciones fueron liberados los 20 rehenes israelíes que permanecían en manos de Hamás y el plan de paz impulsado por Donald Trump comenzó a mostrar sus primeros resultados tangibles. Amén de los episodios del pasado bienio, es necesario observar la historia en el largo plazo, con la mirada que otorga una perspectiva mucho más precisa, al resaltar los aspectos verdaderamente relevantes sobre los episódicos. Desde esta perspectiva es que se observa que la lucha del pueblo judío cargada de los valores que impregnan la civilización Occidental es la nuestra, si nosotros somos los defensores de la democracia, los derechos humanos, el Estado de Derecho y la libertad. El historiador Paul Johnson -inglés y católico- en su Historia de los Judíos comenta: “A ellos debemos la idea de la igualdad ante la ley, divina y humana; de la santidad de la vida y la dignidad de la persona humana; de la conciencia individual y, por lo tanto, de la redención personal; de la conciencia colectiva y, por lo tanto, de la responsabilidad social; de la paz como ideal abstracto y del amor como fundamento de la justicia, y de muchos otros elementos que constituyen el mobiliario moral básico de la mente humana”. Occidente se construyó sobre estos ideales y sólo perdurará si no los olvida. El día de ayer fue un día de esperanza no porque se haya alcanzado una paz definitiva sino porque a luego del enorme dolor de estos últimos dos años aparece una luz en el horizonte. Existe un camino hacia adelante, con enormes complejidades, pero con la paz que siempre buscó el pueblo de Israel como objetivo primordial, ahora con el respaldo de muchos actores que antes siquiera se dignaban a compartir la mesa de negociaciones. Israel ha debido luchar por su existencia desde el mismo momento en que David Ben-Gurión proclamó al Estado de Israel en mayo de 1948, cuando expiró el mandato británico sobre Palestina. Allí mismo comenzó la guerra con sus vecinos árabes que no aceptaban al nuevo Estado. La heroica resistencia por su supervivencia del pueblo de Israel, “trinchera de Occidente” como lo definición con justicia el expresidente Julio María Sanguinetti, admira a quien sepa apreciar lo que representa. Demasiadas personas en estos dos años se han sumado a los argumentos de los terroristas sobre la guerra que acaba de culminar y aprovecharon la circunstancia para difundir un antisemitismo repugnante que no se inoculará de un día para el otro. Alcanza con observar algún titular de ayer de medios de prensa nacionales: “Israel y Palestina liberaron a los rehenes”. Cuesta encontrar un enfoque más miserable y repulsivo, ya que equipara a los rehenes israelíes en poder de Hamás con los terroristas presos en prisiones de Israel por cometer delitos. Desde los jerarcas públicos que como la directora del INDA utilizaron el eslogan terrorista que llama a eliminar a Israel y sigue como sin nada en su cargo, a las llamadas a manifestarse contra Israel por partidos políticos y sindicatos, quedan cuentas pendientes. Ojalá que la oportunidad a la paz que siempre se buscó desde un solo lado también lo sea para que cada uno reflexiones sobre dónde está parado ante la historia.